Este trabajo busca enfocar el capitalismo tardío y las pautas sociales que funcionan como condición para el futuro de dicho sistema. Los ejes del estudio son el capitalismo, la biopolítica y la historia como despliegue nihilista. Se suele afirmar que el capitalismo es inevitable, que es la forma de intercambio desde la prehistoria, un sistema plástico que va mutando: prehistórico, neolítico, antiguo, medieval, industrial, consumista, ecologista, etc.
En el siglo XXI el sistema global se ha enfrentado a los bamboleos de las crisis capitalistas. Wallerstein sostiene que dichas crisis podrían ser la entrada hacia un(os) nuevo(s) sistema(s)-mundo(s). Weber explicó que las conductas morales, articuladas a las económicas, de las sociedades cristianas del siglo XVI fueron fundamentales en el surgimiento del capitalismo. Entonces, ¿cuáles son las aristas que configuran las conductas en el capitalismo biopolítico tardío del siglo XXI? Lejos de ser la vida religiosa, pareciera que la actual máscara nihilista del mundo occidental es la que marca el sentido de las sociedades. Hoy el capitalismo biopolítico es un productor de subjetividades, necesidades, de vidas destinada a trabajar para la producción y producciones destinadas a trabajar para la vida.
Los avances del trabajo iluminan ciertas problemáticas sobre el capitalismo-posindustrial-biopolítico, de consumo masivo, articulado sobre una pauta socio-moral nihilista-hedonista.